Ciudad de México, a 1 de marzo de 2024.
Al cruzar por última vez la puerta de la Escuela Secundaria Técnica No. 36. “Ing. Manuel Moreno Torres”, me ha invadido una tristeza como muy pocas veces en mi vida he tenido. Me di cuenta de que ese viaje que había iniciado en 2009, como maestro en la escuela secundaria pública del país, había llegado a su fin.
Mi objetivo siempre fue muy ambicioso, transformar al mayor número de jóvenes, influir en sus vidas, hacerles pensar hacia donde se dirigen, algo que en muchos casos nunca habían reflexionado, hacerles pensar en sus expectativas de largo plazo y no en lo inmediato, en lo de mañana, o pasado mañana. Después de una gran introspección, descubrí que fue todo lo contrario, ellos fueron una inspiración para mí, me ayudaron a crecer y a transformarme. Me ayudaron a reflexionar sobre lo que me faltaba por hacer en mi vida, me dieron una visión más clara del futuro.
Siempre recordaré con cariño cada pregunta, cada risa, cada mirada, cada victoria (como lo fue quedarse en su primera opción en el COMIPEMS, como lo fue entrar a la universidad o como lo fue terminar una carrera profesional). Recuerdo por qué son especiales y únicos, recuerdo a los que amaban tocar la guitarra, recuerdo a los que les encantaba bailar, recuerdo sus primeros novios o novias, recuerdo a los deportistas, recuerdo a los que tenían que trabajar desde muy temprano y llegaban 15 minutos tarde, después de haberse levantado a las 3 de la mañana para vender café en un mercado, recuerdo a los que no tenían computadora en casa y siempre entregaban un trabajo maravilloso.
El tiempo ha llegado para decir adiós y partir hacia un nuevo reto profesional. Solo quiero que sepan que fueron la luz que iluminó, todos los días por la mañana, 14 años de mi vida.
¡Gracias a todos ustedes, mis alumnos de la Técnica 36!
¡Gracias Técnica 36 por todo lo bello que mediste en la vida!
